2008-02-22

Carta al Director


Ofrecemos a continuación la interesante Carta al Director publicada en el ABC por uno de nuestros lectores.


Sr. Director:


La estupenda acogida que ha obtenido el reciente anuncio de Fidel Castro de abandonar el mando me ha producido un cierto desconcierto. Es cierto que la renuncia voluntaria de un tirano comunista a seguir ejerciendo su poder debe ser siempre bienvenida, incluso con alborozo, pero tal decisión no debe empañar el hecho de que los cubanos seguirán viviendo en un sistema que les niega los derechos más fundamentales.


Fidel Castro, y su hermanísimo Raúl, llevan sosteniendo el opresor régimen comunista en Cuba desde hace casi cincuenta años. Los miles de represaliados y exiliados cubanos son conscientes de que, de momento, el horizonte seguirá tan negro como antes de la renuncia. Más aún, que Fidel quede en la sombra puede posibilitar la consolidación de un régimen que se perpetúe por encima del líder carismático. Es necesario, para evitar esta posibilidad, el apoyo de los gobiernos democráticos del mundo a la disidencia cubana, tanto en el exterior como, de manera especial, en el interior.


En este sentido, la estrategia del actual Gobierno socialista durante la legislatura ha sido desastrosa. El acercamiento al régimen castrista, sin un apoyo expreso a la disidencia, apuntala el régimen y, en ningún caso, facilita la reconciliación que cabe esperar si, finalmente, la dictadura cubana sucumbe con la decrepitud de su principal representante.

2008-02-18

Paixos Kosovares


Kosovo se ha declarado independiente de manera unilateral pero con el apoyo de las potencias europeas y de los EE.UU. España, o más concretamente el actual Gobierno del PSOE, ha decidido decir no con la boquita pequeña, diciendo sí con la cabeza, abriendo la cartera para facilitar la construcción de un nuevo estado nacional en Europa. Luego podrá venir la anexión del territorio, robado a la Pequeña Servia, a Albania. Todo puede pasar, incluso que Servia se lance de nuevo a una guerra para salvar a los miles de compatriotas que, como en pequeñas islas, quedan aislados en territorio enemigo.
Nuestros kosovares ya se han lanzado a anotarse el tanto, sin haber sudado la camiseta ni un minuto, que ya la sudaban otros por ellos, sin oponerse con la fuerza debida (exigua a decir verdad, con las cosas que nos pasan últimamente) a la violación del Derecho Internacional, a las propias resoluciones de la ONU al respecto y al mínimo sentido común. Les beneficia y mucho el reparto de la nueva área de influencia que las “democracias avanzadas”, los “grupos de alto nivel”, “los europeos” se van a zampar con patatas, mientras sueñan que a ellos no les pasará, que seguirán siendo vascos, catalanes o gallegos cuando consigan la independencia. La conseguirán, sí. Y en los Paixos terminarán hablando francés y en Euskalerría inglés, trocando el idioma castellano (antes español) opresor por las nuevas lenguas que hablan los pueblos libres de Europa.
Soplan ya vientos fríos que vienen del este, de aquella región tan lejana, tan cercana en realidad, donde parecen arrancar buena parte de las grandes sangrías europeas.