2007-07-31

Comentando unos artículos.

El periódico El Mundo ha publicado en los últimos días en su sección de opinión Tribuna Libre dos importantes artículos de dos no menos importantes filósofos, Bernard-Henri Lévy y Gianni Vattimo. El primero tiene como eje fundamental de su análisis al político francés y actual presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, al que retrata como un hombre ideológicamente oportunista, amable en el trato y cínico en el fondo, con una visión de La Francia incapaz de autocrítica histórica. En realidad está pintando a la derecha tradicional que siempre amó a la nación con razón o sin ella, como se ama y defiende a una madre, pero también y sobre todo a la nueva derecha que parece despuntar por los horizontes de las distintas regiones de Europa, más flexible a las nuevas corrientes de opinión débil que recorren el continente a lomos de ecologismo y buenos deseos universales. Sarkozy parece el representante de una nueva oportunidad histórica para la derecha de ganarse a las masas europeas ante unas izquierdas que no acaban de encontrar un discurso coherente y sólido al que aferrarse. Tal vez porque no lo tengan ya, en los tiempos que llevan corriendo desde la caída del muro de Berlín, o porque el que tienen puede ser perfectamente asumido por la nueva derecha centrista laica y posmoderna que Sarkozy, y otros líderes europeos, pudieran representar. La visión de unas masas europeas asumiendo un discurso “de izquierdas de toda la vida” protagonizado por lideres del PP europeo, gestionando más o menos eficazmente - políticas liberales arriba, políticas liberales abajo - las naciones de Europa es algo que las izquierdas del continente no pueden ni siquiera permitirse imaginar. Supondría su desaparición y el fin de los proyectos progresistas y revolucionarios que llevan amparando desde hace décadas amplias camarillas intelectuales, sobre todo en Francia. El fin del control ideológico del continente por parte de las izquierdas, indefinidas, débiles o duras, que alimenta las cabezas ilustradas del resto del mundo.

La idea de perder el control ideológico del continente y como consecuencia el del resto del mundo, en especial de Hispanoamérica, es más desesperada para el otro filósofo-articulista, Vattimo (cuyo artículo traduce la catedrática de filosofía Teresa Oñate), que señala a Sarkozy como el hombre capaz de crear una réplica de los Estados Unidos en Europa, en los que la izquierda es en la práctica inoperante. Vattimo es consciente de que las izquierdas reales, las que ejercen en los gobiernos de los estados europeos o en el seno de la propia Unión, acaban llevando acabo políticas económicas y sociales que no se distancian mucho de las de derechas. Por ello elogia algunas decisiones tomadas por Zapatero, aunque sin dejarse engatusar por la apariencia izquierdista de las mismas, considerándolas “más simbólicas que efectivas”. Pero también señala que son precisamente esas decisiones simbólicas, es decir la mera propaganda, las que “contribuirían sobre manera a hacer sobrevivir a la izquierda. De no hacerlo así, por el contrario, el desapego o la desafección del electorado no hará sino dejar espacio a la derecha”. Zapatero ha dejado de ser un tonto y se ha convertido en el líder indiscutible de un movimiento de izquierdas europeo ajustado a los nuevos tiempos, moviéndose en la apariencia ideológica que le permite mantenerse en el poder gracias al afecto de un electorado comprometido con una ideología a la que la historia parece haber dado la espalda y que sin embargo puede aún hacerse con el control de los gobiernos de la vieja Europa. Por otro lado, como ha venido siendo habitual desde hace décadas, entiende que el único punto real en el que puede apoyarse la idea de izquierda política es en su oposición a los EE.UU., aparte de su adhesión al integrismo islámico, que el escritor italiano particularmente rechaza.

Así pues, las izquierdas, por muy indefinidas o ñoñas que puedan parecernos, no están derrotadas ni mucho menos. Se verán empujadas a presentar una dura batalla por el pensamiento y por los símbolos que mueven a las masas de votantes a aupar a sus líderes a los gobiernos de las naciones, pues en ello les va la vida y el control intelectual que durante años han ejercido en las universidades y otras áreas de poder. Ejemplos, por docenas, encontramos ya en España de la siniestra operación de conquista ideológica que están llevando a cabo los mismos lobos con piel de cordero de siempre.

2007-07-26

Si fresco y crudo... seguro que es japo.


Sugerimos acercarse a algún japones este verano si carecen de gazpacho en casa y descubrir una comida extraña pero deliciosa.


Aunque al bueno de Deckar su mujer le llamase despectivamente Sushi (pescado crudo) el término puede utilizarse también de modo cariñoso y halagador, definiendo a alguien fresco, divertido y colorista, terriblemente pop. Algunas utilizan la palabrita japonesa, que se desliza por encima de la lengua con alegría infantil, como nombre en foros y blogs varios. Otros simplemente lo utilizan como recurso sonoro fricativo alveolar, de indudables referencias exóticas y gratos recuerdos culinarios.

La comida japo está de moda. Como algunas cosas japo, salvando las distancias y en un esfuerzo, tampoco tan rizado, Mishima dixit, de hermanamiento cultural hispano-nipón, su comida puede recordar en algunos aspectos a la española. Sin duda les gusta lo crudo, lo curado y lo macerado, en cierto modo lo embuchado y gustan de presentar sus platos con delicadeza y de hacer de la comida todo un ritual con sus iniciados y sus maestros. Lo que más se parece de la comida japonesa a la española es el corte perfecto, en todas sus variantes, del sashimi de toro o ventresca de atún, similar en presentación, uso y disfrute al jamón serrano español. Su trabajo con el atún es muy similar al nuestro con el cerdo, ambos lo aprovechamos todo de él, despiezándolo para dar lugar desde el manjar más exquisito al snack más entretenido. Sí, ellos también sacan de ese pez una suerte de cortezas que sirven de aperitivo y de tentempié. Como nosotros ellos también tienen cocina de temporada y gustan de servir determinados cortes de pescado en los meses apropiados, no necesariamente con “r”. Les encanta la pasta en sopa, aunque sus caldos resultan ligeros en comparación con nuestros perolos castellanos o norteños. En general toda su comida es ligera y se echa de menos, desde nuestro lado occidental y mediterráneo, las verduras, hortalizas y una buena hogaza de pan. Pero claro, si nos encontrásemos esas cosas en la mesa... no estaríamos en un japo.

2007-07-18

2007-07-17

La colina del infierno.




Sin tregua. En esas estoy. El cochino y repugnante mundo que vivimos debe ser purificado por las manos de la Razón. Yo soy unos de sus más vigorosos dedos. Me llaman Paradox.

He completado mi entrenamiento diario y, de nuevo, tengo que salir en busca de los objetivos de mi Justa Reforma. Hace calor, así que llevo unas bermudas militares de camuflaje y una camiseta negra con la leyenda en blanco “ista, ista, ista... soy taxidermista”, que he comprado en un saldo. Por el mismo precio me han regalado dos slip de cotón y una cinta para el pelo de colores a rabiar. Calzo unas “convers all star” negras y remato el conjunto con unas gafas de lágrima que son el último grito. No voy armado. Sólo llevo mi inseparable Glock en los riñones, pegada con cinta adhesiva, y mi fiel navaja de desollar en la caña de las zapas.

En la calle. Las 4 de la tarde. 40 o 50 grados. Ni un alma a la vista. Deambulo abrasado intentando arrimar mi cuerpo a las fachadas en sombra. El calor no es que sea sofocante es que es subsahariano, negro como el infierno. Un mil leches pasa junto a mí arrastrando su lengua por los adoquines al rojo. Se detiene un momento. Dos lametones en las pelotas y sigue su camino con la cabeza gacha y con la misma parsimonia de antes. Entiendo que ese tipo de acceso a los genitales no da la felicidad. Sin embargo, la visión del simpático animal me ha distraído de mi misión, recordándome los anhelos de una juventud descarriada y falta en valores. Atento chaval, sigue con lo tuyo.

Veo un grupito de jóvenes a lo lejos, bajo el pequeño pinar en el parquecito de la colina, sentados en un banco y, me parece, fumando marihuana. ¡Qué jodíos! Quiero verificar la situación por si tuviera que actuar. Me arrastro con lentitud por el asfalto que se derrite bajo mi cuerpo, intentando situarme a su espalda y de cara al viento. En estas situaciones toda precaución es poca. Los pantalones que llevo son de buena confección militar, aguantan perfectamente las peores condiciones, incluso el alquitrán derretido. Sin embargo, la camiseta ha perdido parte de la leyenda. Ya no se sabe si soy taxidermista o equilibrista. Una pena. No quiero ni pensar en el estado en el que puede estar mi slip. En cualquier caso son las rodillas y los codos los que se llevan la peor parte. Decido dar por concluida la misión e ir al quiosco de la esquina a tomar un refrigerio mientras reviso los protocolos de actuación. “La retirada de hoy será la victoria de mañana”.

En la terracita soporto el calor con una buena jarra de cerveza y unos berberechos al natural que me han costado un riñón, pero que, ¡coño!, merecen la pena. Veo pasar la tarde ante mí, protegido como estoy por la fresca de esta buena sombra y por la rubia que me mira con la boca abierta. Con estos calores no hay quien haga Justicia. Decido observar el panorama y tomar notas mentales: tres Cristians hablando a voz en grito, una Jenny sacando al chucho con el ombligo al aire, Una pareja vestida de negro y con la geta hasta el suelo, los Guais que fumaban en el banco, pocos nenes con sus papis...

¿Cómo vivir en la ciudad sin tener la cabeza en otra parte?

2007-07-16

Ellos son asín.

Hoy el periódico digital El Mundo.es nos ofrece el video de agitación y propaganda que representarán las juventudes socialistas en su 23º congreso. El video muestra un equipo de rugby, formado por hombres y mujeres, vestido con los colores rojo y blanco, con el puño y la rosa socialistas en el pecho e interpretando el “El Haka” neocelandés. Se hacen llamar los “New Reds”, o sea en español los “Nuevos Rojos”. Entre gritos intimidadores e ininteligibles para quien no hable la lengua maorí se agitan puños y se presentan caras horripilantes que pretenden amedrentar al enemigo. Ese es el objetivo de “El Haka”, danza ritual maorí previa a los combates y que ahora bailan en los encuentros deportivos los equipos neocelandeses. Con una estética entre ingenua y feísta con claros tintes poperos el video propagandístico socialista tiene como objetivo también intimidar al adversario, amedrentarlo antes de la contienda, en este caso política, no deportiva ni tampoco bélica, sino limitada a aquella rivalidad que tiene como fin que los ciudadanos, en los estados de derecho, pongan libremente una papeleta en una urna con el propósito de elegir a sus candidatos.

En realidad se han equivocado los creativos a sueldo del PSOE y los mandamases y directores de campaña que han elegido esta interesante opción de reafirmación de los valores socialistas y de expresión de su carácter político, es lo malo que tiene el pensamiento débil. Para un posmoderno da lo mismo que esos valores de uniformidad, agresividad y acojonamiento de los adversarios del Partido estén representados por unos neocelandeses en pantalón corto y haciendo muecas rarísimas y con mucho ruido o por unos españoles blandiendo una cachiporra; da lo mismo que el nombre del equipo sea en inglés y que el idioma que difunde el mensaje político utilice el maorí o el quechua o el aranés. Sí, la lucha socialista no conoce fronteras. Pero, creemos, hubiera resultado más claro el significado del video propagandístico si hubiesen reproducido, con la pertinente actualización estética, los tradicionales mensajes de propaganda soviética en los que también se llamaba a amedrentar y a eliminar a los enemigos políticos o si se hubiesen adherido, sin tanto vericueto posmoderno, al lema coreado en las manifestaciones progresistas y antifascistas que recorren las calles de España: “¡A por ellos como en Paracuellos!”.

2007-07-13

El carterista existencial.





Hace unas semanas vimos “Pickpocket” del director Robert Bresson, película francesa del año 1959 que nos dejó un amargo sabor de boca, cargado de ese regusto existencialista que impregna toda la narración.


La película cuenta en primera persona las andanzas de un brillante e inteligente joven que pretende dar sentido a su existencia mediante el “oficio” de carterista. El joven tiene que aprender el oficio por sí mismo, que considera un arte, leyendo en libros o fijándose en como otros colegas del gremio actúan en el suburbano parisino, mientras desprecia las vidas anodinas de los que le rodean. Con gran meticulosidad se entrena en su pequeño cuchitril en una modestísima pensión, mientras anota en un pequeño diario sus andanzas y averiguaciones sobre el arte de robar carteras. Es ésta una de las claves de la película, ya que aparentemente el motivo que le lleva a aprender a delinquir es precisamente el escribir un libro que deje constancia de su existencia. Parece no querer otra cosa que la inmortalidad, aunque sea literaria. Consciente de la posibilidad de perdurar en la memoria de los hombres se alude constantemente a la literatura y a otros hombres que también dejaron constancia escrita de sus andanzas delictivas.

A lo largo de la película van apareciendo otros personajes que de un modo u otro le van dando la réplica a sus perversas pretensiones o entendiéndole casi como a un alma gemela. Así, su vida va pasando, mientras se va convirtiendo en un virtuoso del carterismo. Pero también los personajes nos sirven para entenderle a él. La madre enferma, a punto de morir, a la que se niega visitar pero a la que sin embargo dice adorar, la joven muchacha que cuida a su madre, el amigo con el que sale a beber o el inspector de policía nos van mostrando una persona incomprendida, angustiada y aislada en su propio universo cerrado e inaccesible. Es en esas conversaciones en donde se nos muestra la vena existencialista de la peli. La idea de incomunicación es, nos parece, el objetivo último de la película. La imposibilidad de la comunicación auténtica de dos existencias humanas; el hombre arrojado a la nada existencial, al infierno de la mirada escrutadora y cosificadora de los otros, condenada, por otro lado, a no penetrar jamás en la personalidad esencial, autentica de los individuos.

La visión existencialista de la vida rompe la comunidad, siembra desconfianza y aniquila la comunicación entre las personas. Es paradigmática la escena final donde los amantes, Michel (Martin La Salle) y Jeanne (Marika Green), separados por los barrotes de una celda pretenden una unión imposible.




A pesar de ser una película que ha cosechado siempre bastante buenas críticas, y nos parece que merecidamente, nos resulta insoportable el sentido de la vida que propone, amargo y árido al disfrute de los bienes indudables de la existencia humana comunitaria y personal.

2007-07-12

Artículo.

Por su interés reproducimos a continuación el artículo de Jaime Mayor Oreja, "Diez mentiras de la negociación con ETA", que se publicó ayer en LD.
Nunca, desde el arranque de la transición, había sentido el mismo grado de preocupación ante la situación política e histórica de España.
El principal problema de España es la deconstrucción de nuestro régimen constitucional en el marco de una negociación con una organización terrorista y de una paralela y convergente ofensiva nacionalista que tiene como objetivo último poner fin a la cohesión, a la unidad y a la fortaleza de España.
La negociación fortalece siempre a la organización y debilita siempre a la democracia, pero si además esa negociación política se realiza en el marco de una ofensiva nacionalista y de un proyecto de cambio de régimen, entonces la negociación se convierte en un suicidio para la nación. No hay disparate mayor que darle a una organización terrorista la opción de presentar sus reivindicaciones en medio de un programa de segunda transición.
No se trata de alarmar a nadie, sino de decirles la verdad a los españoles. En ese sentido, flotan en el ambiente político español diez mentiras de la negociación con ETA, diez mentiras del Presidente del Gobierno, diez verdades a medias que dan a entender lo que parece ser y no es. Son las siguientes:1. Una tregua es un cese temporal de actividades terroristas
Bien, esto es cierto, pero no es toda la verdad. Una tregua, cuando se negocia, es mucho más que un cese temporal del terrorismo. Es también una unión temporal de empresas y proyectos entre los negociadores. Las treguas con negociación, además de significar un cese temporal de acciones terroristas, significan acuerdos políticos, significan UTEs.
En la primera negociación, la UTE ETA-PNV acordada en Estella en 1998, consistió en la convergencia entre los dos actores en el objetivo de la autodeterminación. En la segunda tregua, la UTE se realizó entre ETA y ERC y fue escenificada en Perpiñán en el 2003. ETA marcó un hecho diferencial en su trayectoria saltando por vez primera a un territorio distinto del País Vasco y alcanzando un compromiso de ruptura total de la Constitución, de autodeterminación desde Cataluña, con la contrapartida de siempre de ETA en estas uniones temporales: un cese temporal de asesinatos en Cataluña, que por cierto constituye el único que todavía no ha roto formalmente.
Por último llega la tercera tregua negociada, la tercera UTE, entre el proyecto de ETA y el proyecto del Gobierno de Rodríguez Zapatero, como después veremos.
2. Zapatero se equivoca, es un ingenuo, pero tiene buena intención
Nuevo espejismo, nueva mentira. Porque no se trata de que Zapatero sea ingenuo, puro y limpio, que es engañado. Se trata de que aquí hay dos proyectos que convergen, el de ETA y el del presidente del Gobierno. Por lo tanto la crisis del sistema no está en la ingenuidad del presidente sino en que su proyecto de una España irreconocible converge con el proyecto de ETA. Y en consecuencia, se necesitan mutuamente.
Zapatero tiene un modelo de sociedad sin valores, progre, relativista y débil, y para cambiar la sociedad necesita cambiar el Régimen de la Transición, necesita sustituir al actor que es el PP por otro actor político distinto, por una izquierda nacionalista, y para eso tiene que alterar y cambiar el mapa político y territorial español. Tiene que hacer una España irreconocible, proyecto que necesita como complemento a una ETA legalizada y legitimada en el nuevo escenario político español.
En el fondo, se trata de construir un nuevo tablero político para España en el que ya no tenga cabida el PP y entre a jugar ETA, aun a costa de derribar el edificio constitucional y debilitar la unidad de España, y por lo tanto hay una convergencia de proyectos entre ETA y el proyecto de Zapatero. La UTE Zapatero-ETA ha consistido en cambiar el tablero político español, con expulsión del PP y entrada de ETA.3. El gobierno del PSOE habla con ETA igual que el del PP lo hizo en el año 99
Otra verdad aparente que encierra otra gran mentira, porque el PP no negoció la declaración de una tregua, no buscó la tregua, no tuvo con ETA ni un solo contacto previo a la tregua. Fue el PNV quien negoció con ETA una tregua en Estella y el PP se encontró con una tregua ya declarada, que no negoció.
Antes al contrario, nosotros cerramos todos los contactos con ETA, cerramos las puertas a ETA, incluso clausuramos las famosas tomas de temperatura a que tan aficionado era el Gobierno anterior. Nosotros, una vez que ETA declaró la tregua unilateralmente –acordada con el PNV contra el PP–, exploramos sus razones y sus intenciones. En ningún momento se produjo una negociación política con ETA.4. ETA sólo es un grupo terrorista y por lo tanto para derrotarlo basta con luchar contra el terrorismo
Eso es necesario pero no es suficiente. ETA es un grupo terrorista pero es también un grupo totalitario y ha que saber combatirlo como tal.
ETA, además de ser una organización terrorista de comandos que matan, es también grupo totalitario y como tal su objetivo no es otro que la obtención del poder, y del poder total. Su proyecto para alcanzarlo es el ejercicio de la autodeterminación como camino a la independencia, porque sólo con la independencia del País Vasco ETA podrá ejercer el poder total en esa región. Por eso la presencia y el significado de España en el País Vasco es garantía de libertad.
Por eso, porque es una organización totalitaria y revolucionaria de izquierda radical, su objetivo es sustituir al PNV, sustituyendo la autonomía por la independencia, que es lo que le dará el poder total en el País Vasco. Y por eso, por su naturaleza totalitaria, por sus objetivos, por su razón de ser y de estar, ETA no puede cambiar. A ETA no se le puede engañar ni convencer. A ETA hay que derrotarla.
5. El PNV abandonó el pacto de Estella y ya no está protagonizando la ofensiva
Eso es cierto, pero al mismo tiempo mantiene el objetivo de la autodeterminación que es el contenido último del pacto Estella. No protagoniza la ofensiva pero está donde le situó la UTE que firmó con ETA.
Hay muchas discusiones en torno a la posición actual del PNV, hay muchos debates sobre si el PNV continúa o no en el Pacto de Estella, sobre si el PNV de Josu Jon Imaz es o no el mismo PNV que el de Arzallus, sobre si el Plan Ibarretxe está hibernado o es una reliquia. No son más que especulaciones. Lo importante no es si de tal gesto se desprende una interpretación más favorable a esta tesis o a aquella. Lo importante es comprobar si el PNV ha hecho o no alguna rectificación, ver si continúa haciendo suyo el objetivo de la autodeterminación que asumió en Estrella y que hoy cuelga de él como una espada de Damocles, porque en la medida en que esa autodeterminación se realizara, ellos estarían a los pies de los caballos de ETA, que le sustituiría inmediatamente en el poder.
Este mal llamado proceso de paz, que es un proceso de radicalidad del tablero político español, va a conducir al PNV a una crisis interna muy fuerte que culminará con la elección de una nueva dirección y que se moverá en una contradicción: por un lado, saben que la independencia les conduce a ser sustituidos por ETA en el poder, y por otro lado el debate se centrará en cuál de las dos facciones es más nacionalista, más pura.
6. La paz, el diálogo y la unidad son exigencias de la estrategia antiterrorista
Nueva verdad a medias. Porque para avanzar en esos tres objetivos lo primero que hay que hacer es recuperar la verdad. Sin verdad no es posible la paz, ni el diálogo, ni la unidad. Lo que no se puede es engañar a la sociedad.
La paz y la unidad son sólo posibles si nos atrevemos a recuperar la verdad. Es muy bonito y muy popular referirse a la paz, y a la necesidad de recuperar la unidad frente a ETA, pero ni la paz ni la unidad son recuperables dando la espalda a la verdad. Hay que atreverse a hacer un diagnóstico crudo y certero de la realidad, hay que atreverse a decirle a los españoles qué es lo que está ocurriendo con España, y sobre esa verdad es sobre la que hay que construir todos los puentes, todas las unidades y la única paz posible, que es la paz de las libertades.
7. La clave en la lucha antiterrorista es saber ocupar la centralidad política
Es verdad, pero no es toda la verdad, y tras estar en el PDP y en la UCD, creo que tengo algo de experiencia con el centro político. Cuando se pierde el norte no sólo se pierde el centro, no sólo se pierde la razón de ser y de estar en la política, sino que se roza el ridículo y se termina en el naufragio. Un norte que es más que nunca el centro político español. Ese norte es la nación española. Por eso la respuesta a nuestra incertidumbre política está en España. En nuestra Nación. En nuestra Constitución. En nuestra Transición.
8. ETA ha roto la tregua
Eso es cierto, pero no es toda la verdad. ETA ha roto la tregua pero no el llamado proceso de paz. Antes al contrario, de lo se trata ahora es de convertir un proceso de paz en una negociación en la que ETA siga matando.
En realidad, el mal llamado "proceso de paz" llega con las tres exigencias clásicas de ETA: la legalización de ETA en los Ayuntamientos, la territorialidad y anexión de Navarra y el compromiso de alcanzar un acuerdo sobre la formulación de la autodeterminación, que para ETA constituye el escenario para alcanzar el poder. Todo lo demás es accesorio, propagandístico, mera cortina de humo. Lo esencial es eso. Se trata, una vez más, del proyecto de ETA, el de siempre, el suyo, y por eso es quien tiene la iniciativa en esta UTE, el que marca los tiempos; el único que puede romperla es la organización terrorista.
A diferencia de las dos primeras uniones temporales de proyectos y de empresas, en las que el acuerdo político con PNV y ERC era muy fácil, en esta tercera todo es mucho más difícil y está condenada al fracaso. Y el atentado de la T-4 confirmaba que esta UTE entraba en crisis y que la "autodeterminación ya y ahora" como arranque y garantía del proceso como en el Ulster daba paso a una "autodeterminación a plazos".
Una vez finalizadas las elecciones municipales, una vez que ETA recupera parte de su poder y de su financiación a través del PCTV y de ANV, una vez que confirma que no regresa con las manos vacías, pone fin "temporalmente" a esta UTE. ETA tiene la iniciativa, maneja los tiempos y condiciona la acción de gobierno de Zapatero. Y ETA abre un paréntesis, como si se introdujera en el descanso de un partido, como si quisiera separar estratégicamente la primera parte de una futura segunda parte.
No necesitamos verificar a ETA, porque ETA no ha cambiado ni cambiará nunca. ETA querrá que este mal llamado proceso de paz pueda pervertirse hasta el extremo de que, aunque asesine, la negociación con el Gobierno continúe. Y por eso la vuelta del Gobierno a los contactos después del atentado en la T-4 vuelve una vez más a fortalecer a ETA, a darle la iniciativa y a asegurar su avance sin interrupción. Digamos que con la vuelta a la negociación el Gobierno sigue cumpliendo milimétricamente el plan de ruta fijado por ETA. Por ello, lo único que hay que verificar es la actitud de Rodríguez Zapatero, cuando este paréntesis, este intermedio de muerte, se instale en la sociedad española.
9. Lo importante es intentarlo, asumir riesgos
De acuerdo, pero no a cualquier precio. No convergiendo con ETA. El balance de las tres treguas es claramente esclarecedor y negativo a este respecto. Sumemos las consecuencias de estas tres nefastas UTEs, de estas tres treguas. El balance debe abarcar al conjunto de la ofensiva nacionalista, al debilitamiento de la nación española, al retroceso de la libertad, para comprender la gravedad en la evaluación de los daños. El balance es el siguiente:
El PNV asume la autodeterminación como proyecto propio desde Estella.
Tenemos un Estatuto de Cataluña, abiertamente inconstitucional. Y ERC nos anuncia la "desconexión" de Cataluña si el Tribunal Constitucional falla en contra.
El nacionalismo radical de ERC ha sustituido a CIU en el cogobierno de las instituciones catalanas desde Perpiñán.
Se ha legalizado política y socialmente la vanguardia de esta ofensiva, es decir, a ETA, en la sociedad y en las instituciones vascas.
Se ha llevado a la crisis real a muchas de las organizaciones que surgieron del Constitucionalismo español, que emergieron tras el espíritu de Ermua.
Se ha generado un sentimiento de indefensión, de impotencia y a veces de persecución en las víctimas del terrorismo.
Por primera vez desde la transición democrática, hay expectativas reales de que el nacionalismo vasco puede introducirse en el Gobierno navarro.
La UTE entre ETA y el Gobierno ha destrozado en la práctica la Ley de Partidos y el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo.
Hay una nueva doctrina jurídica política que ha expresado abiertamente el ministro de Justicia y que ha llevado a la practica el Fiscal General, basado en que el Estado de Derecho se fundamenta en que, a situaciones políticas cambiantes, las leyes tienen que aplicarse de manera diferente.
Y por último, en el terreno moral, lo que en mi opinión es lo más grave, la mentira, el que el fin justifica los medios, y la consideración de que los españoles son menores de edad a los que se les puede despreciar en su inteligencia son los fundamentos de la política que preside el actual Gobierno.
10. España, tres años después de la llegada de Rodríguez Zapatero, no se ha roto y en consecuencia, los agoreros del PP exageraban o metían
Ultima mentira, ultima verdad a medias, porque las crisis profundas, los procesos de ruptura, no llegan de un día para otro. Los procesos políticos en la buena o en la mala dirección son, al mismo tiempo que profundos, lentos.
España es una gran nación pero necesita gobernantes que estén convencidos de ello. Y todo lo que está pasando en España a lo largo de estos últimos años encuentra su explicación en esa falta de convicción.
Uno de los mayores errores que se han cometido desde que arrancó la transición ha sido considerar que lo políticamente correcto era no hablar de España, de los valores de orden moral que encierra siempre la historia de una Nación, de sus símbolos. Siempre se han encontrado razones para no hacerlo. Al principio fue la proximidad del régimen anterior, luego era un impedimento para pactar con los nacionalistas, y siempre se ha considerado que esta autoafirmación era una manera de excitar los nacionalismos del País Vasco y de Cataluña.
Error, inmenso error, que ha permitido y ha facilitado que los únicos que han tenido un proyecto político invariable, sin necesidad de cambios y de transiciones, hayan sido los nacionalistas del País Vasco y de Cataluña. Los demás, de forma suicida, prescindimos de nuestro instrumento político mas poderoso para hacer frente al terrorismo, que es España, España como Nación, como proyecto, como realidad histórica, mucho más que nuestras respectivas siglas, mucho mas que nuestras tácticas y estrategias como políticos.
Por todo ello, la alternativa, hoy más que nunca se debe fundamentar y articular sobre la convicción de que España es una gran nación.

2007-07-11

In Memoriam.


Ayer fue el aniversario del secuestro y asesinato del concejal en Ermua del PP Miguel Ángel Blanco. Héroe, mártir y líder nominal del aliento espiritual movimiento cívico-político que hizo sudar al nacionalismo vasco.

En aquellos días de multitudinarias manifestaciones se produjo un cambio de actitud en los ciudadanos españoles del norte, normalmente amedrentados por los nacionalistas, donde el pasotismo se ha convertido en virtud política. Durante aquellos días la gente de bien se echó en masa a la calle y llegó a cercar e incluso en algunos casos a quemar las sedes batasunas, señalaba con dedo acusador a los perros rabiosos filoetarras y la policía autonómica vasca, con la cara al descubierto, tuvo que dar protección a todos aquellos que les llamaban cipayos. Los buenos españoles, mas allá de ideologías y banderías, perdieron el miedo o ganaron en indignación y valor, que a poco es, en esas Españas, casi lo mismo, poniendo en un serio aprieto sobre todo a los del PNV que se vieron obligados al fin a presionar a la ETA para que desistiera en sus métodos, que no en sus pretensiones. Pero como primer objetivo peneuvista estaba el desactivar lo que se denominó “el espíritu de Ermua”. Para lograr su objetivo contó con la ayuda de los pacifistas y cantamañanas, periodistas y políticos principalmente, que, viendo que los ciudadanos salían a la caza del separatista radical vasco, comenzaron a decir que “nosotros no somos como ellos”, al tiempo que aplaudían lemas más lanares como “ETA dispara aquí tienes mi nuca” o “perfomances” con las manos pintadas de blanco.

Fueron esas actitudes pacíficas o no violentas las que determinaron el fin del “espíritu”, pues a las pocas semanas la gente siguió teniendo miedo al entorno etarra y dejó de ofrecer su nuca a ETA para que les disparase, pues sabía que la ETA lo haría. Llevar lazos azules, entonces, se convirtió allí en actos de verdadero heroísmo, pero al poco tiempo también eso se diluyó en la mente de los ciudadanos como se disuelven en nuestra memoria otros productos de la mercadotecnia. Los policías autonómicos volvieron a ponerse el pasamontañas, conscientes de no contar ya con la solidaridad de los buenos frente a los malos y de saber que si les llamaban cipayos en un bar ni un solo parroquiano se pondría de su parte. El amedrentamiento y el dominio de la vida publica y política por parte del nacionalismo tanto radical como moderado volvió a sus quicios, como han vuelto a sus quicios, al lugar que les corresponde, las víctimas, los exiliados y los atemorizados ciudadanos no nacionalistas. No queda nada de ese espíritu harto de estar bajo la bota nacionalista vasca. Todo ha vuelto a su natural y pacífico cauce, mientras con rumiante tranquilidad esperamos que nos den la paz... o la independencia... o lo que quiera que pacten.

2007-07-06

Ocurrencias estéticas


Dijo ella: “Yo pretendía cantar mis arias preferidas y el productor quería meter su música electrónica... así que decidimos mezclarlo todo... y este es el resultado”. Y efectivamente el resultado fue lo que los clásicos llamaban “totum revolutum” y que hoy llamamos “fusión”. Es uno más de los síntomas estéticos del mundo desquiciado que vivimos, del que sin duda surgen cosas dignas de consideración y de mucho interés para los estudiosos de las artes y la doxografía estética, para el diletante o para el absoluto profano en la materia en cuestión. Lo que llama la atención no es tanto la mezcla a partir de la confluencia de distintos cursos y corrientes estilísticas o culturales que se fusionan para dar lugar a una nueva forma, capaz de explorar nuevas áreas de las distintas ramas artísticas, sino que lo que se ponga en valor sea precisamente el propio hecho de mezclar, la fusión por la propia fusión, al margen de los resultados, en la mayoría de los casos aparatosamente vacíos. La necesidad de una constante novedad de productos de consumo lleva al mercado a presentar lo antiguo como terriblemente novedoso, lo tradicional como arrebatadoramente moderno, todo envuelto con los papeles de más vivos colores y las fanfarrias más atronadoras, acostumbrados como estamos a un consumo rápido y de efectos euforizantes en la mayoría de los casos. Los “artistas” se ven obligados a condensar su producción en dosis hiperconcentradas de satisfacciones para el cliente, cuyo paladar hace mucho que dejó de estar educado para exquisiteces y que se contenta con la con-fusión de sabores, estilos musicales del mundo, variadas piezas de arte que lo mismo nos “llaman a nuestro interior” como “mueven a la reflexión”. Mezclar por mezclar, a ver que sale, es la cara estética de las nuevas producciones artísticas. La cruz es, por supuesto, la deconstrucción por la deconstrucción. Dijo él: “Yo pretendía conseguir la paz y ellos querían la independencia... así que decidimos deconstruirlo todo... y este es el resultado”.

2007-07-04

Debate de sordos.


Ayer seguí el Debate Sobre el Estado de la Nación a través de la ventanita que se abre, abajo a la derecha, para los sordomudos. Ni que decir tiene que no me enteré de nada. Sin embargo, ambos discursos, el del presidente del gobierno y el del líder de la oposición, me parecieron muy bien estructurados aunque carentes de contenido. El movimiento de las manos incansablemente frenético de la señora que traducía a signos para sordos, su gesticulación y movimientos epiléptico-sensuales me tuvieron absorto durante unas cuatro horas, hasta que decidí, harto de perder el tiempo, apagar la tele, cerrar internet e irme a tomar unas cañas, mecanismo de la Nación en estos Estados.

Ayer se confirmaron los escenarios habituales ante este ya clásico acontecimiento del Debate Sobre el Estado de la Nación. Discurso triunfalista, dicen, del presidente, que estaría bueno que se criticase a sí mismo, salvo para decir que hay que seguir trabajando más y mejor; Discurso crítico y sin concesiones del líder de la oposición, faltaría plus. Discursos entre dialogantes y blanditos de los grupos que apoyan al gobierno, con sus correspondientes respuestas de nuestro presidente igual de dialogantes y suaves. En definitiva: el Debate no sirvió para nada, más que para la habitual puesta en escena de las consabidas posiciones iniciales, inmodificadas al final de la representación. Nada se debatió. Ninguno de los actores principales, fue capaz de cuestionar alguno de sus propios planteamientos o de admitir alguna crítica. Mayor es el despilfarro de energías y de tiempo a que estos debates nos conducen si nos situamos en la perspectiva del gobierno, ¿cómo admitir algún error o alguna propuesta o crítica de la oposición? Ese sería mi fin como gobierno. ¿Admitir que me equivoco? ¡Jamás! Yo a lo mío, que es decir que todo va muy bien y hacer caso omiso de cualquier cosa fea que se me diga.


Fuera del hemiciclo, en el Estado de Opinión, estos debates se sienten como si de una final deportiva se tratase o como si estuviera a punto de estrenarse el último fenómeno cinematográfico. Gran despliegue de medios, recopilación de anécdotas, cortes radiotelevisivos de las mejores jugadas, frases para la historia, conexiones en directo con expertos en la materia. Ellos se lo pasan pipa y al día siguiente queda por decidir quién ha ganado. Es, sin lugar a dudas, lo mejor. Hoy mientras me traían al trabajo mi chófer me ha preguntado, ¿quién cree usted que ha ganado el debate? El movimiento firme y rápido de mis manos se lo ha aclarado en un instante. Me ha contestado a través del espejo retrovisor afirmando con la cabeza y apostillando con un: “yo pienso exactamente igual”.


Han cobrado gran fama y renombre las películas de zombis. Desde que Romero hiciera aquella estupenda “Noche de muertos vivientes”, dando forma contemporánea a lo que sería la especie de las películas de zombis dentro del género de terror, han corrido muchos años. En los últimos diez años se ha revitalizado esta especie y numerosos proyectos cinematográficos tienen a los zombis como alteregos de ciudadanos comunes que luchan por sobrevivir a sus mordiscos. Los zombis son masa (algunos dicen que “masa progresista”), los supervivientes siempre personas individuales que se asocian, con las consecuentes tramas dramáticas y argumentales que se generan, para sobrevivir al infierno en la tierra. Y ello a pesar de que en la última película de George A. Romero “La tierra de los muertos vivientes” los zombis también tienen sus corazoncito y son más personas, casi, que los propias personas vivas. La última película de zombis de Romero es pues menos de zombis y más sobre la Alianza de las Civilizaciones, apostando por la convivencia y la comprensión hacia esos otros seres que tendrían la sana costumbre de comerse nuestros cuerpos en crudo.

Tanto en “28 días después” como en “28 semanas después”, en la revisión de la peli de Romero hecha por el director de “300” Zack Snyder también, el tema ha vuelto a coger nuevos bríos. Los zombis, estén muertos o vivos (como en “28 ... después”), son rápidos y fuertes. Ello imprime un ritmo frenético a las escenas de acoso, proporcionando una mayor tensión en el desarrollo de las películas. Antes los zombis eran lentos y débiles y si acababan con los personajes era a causa de su enorme número que colapsaba, en la mayoría de casos, las defensas preparadas para su contención. Ahora ocurre algo similar, sí, pero a una velocidad de vértigo.

“28 semanas después” es una película de estupendo terror, nos parece que incluso mejor que la primera de la serie, que se presume larga teniendo en cuenta el final abierto con que termina. Aunque no sean zombis en sentido estricto, pues no están muertos sino vivos e infectados con un virus, la película cumple con todos los requisitos para pertenecer al tipo clásico de pelis de zombis, superando en calidad la serie de Romero. A lo mejor algún purista podría echar en falta algún personaje egoísta y esencialmente malvado que antepone su persona ante la de cualquiera, valiéndose de cualquier medio para sobrevivir, algo muy frecuente en este tipo de películas. Al contrario. Los personajes y las situaciones que se describen son perfectamente verosímiles y los actos de generosidad podrían ser tan reales como la vida misma. Del mismo modo ocurre con las situaciones en las que algún personaje antepone su vida a la de otros, abandonando a los suyos. En esas situaciones el sentimiento de culpa, la conciencia de haber cometido un acto terriblemente egoísta persiguen a quien lo realizó. Los personajes no son ni buenos ni malos y tampoco lo es el ejercito de EEUU encargado de la repoblación y reconstrucción de la asolada Londres. Hay quien ha visto una crítica feroz al ejercito useño o una metáfora del poder militar incapaz de afrontar situaciones de crisis sin hacer uso de su enorme poder de destrucción. Es erróneo pensar así. A nuestro juicio el ejercito representado en la película actúa como mejor puede, de forma correcta y profesional, y el final le da la razón al ejercito.


Suponemos que ZP, todo un adalid del mundo zombi, se sentirá muy contento con el último trabajo de Romero y nada contento con el del director español de “28 semanas después”, pues seguirá pensando que “hablando se entiende la gente”.