2007-07-06

Ocurrencias estéticas


Dijo ella: “Yo pretendía cantar mis arias preferidas y el productor quería meter su música electrónica... así que decidimos mezclarlo todo... y este es el resultado”. Y efectivamente el resultado fue lo que los clásicos llamaban “totum revolutum” y que hoy llamamos “fusión”. Es uno más de los síntomas estéticos del mundo desquiciado que vivimos, del que sin duda surgen cosas dignas de consideración y de mucho interés para los estudiosos de las artes y la doxografía estética, para el diletante o para el absoluto profano en la materia en cuestión. Lo que llama la atención no es tanto la mezcla a partir de la confluencia de distintos cursos y corrientes estilísticas o culturales que se fusionan para dar lugar a una nueva forma, capaz de explorar nuevas áreas de las distintas ramas artísticas, sino que lo que se ponga en valor sea precisamente el propio hecho de mezclar, la fusión por la propia fusión, al margen de los resultados, en la mayoría de los casos aparatosamente vacíos. La necesidad de una constante novedad de productos de consumo lleva al mercado a presentar lo antiguo como terriblemente novedoso, lo tradicional como arrebatadoramente moderno, todo envuelto con los papeles de más vivos colores y las fanfarrias más atronadoras, acostumbrados como estamos a un consumo rápido y de efectos euforizantes en la mayoría de los casos. Los “artistas” se ven obligados a condensar su producción en dosis hiperconcentradas de satisfacciones para el cliente, cuyo paladar hace mucho que dejó de estar educado para exquisiteces y que se contenta con la con-fusión de sabores, estilos musicales del mundo, variadas piezas de arte que lo mismo nos “llaman a nuestro interior” como “mueven a la reflexión”. Mezclar por mezclar, a ver que sale, es la cara estética de las nuevas producciones artísticas. La cruz es, por supuesto, la deconstrucción por la deconstrucción. Dijo él: “Yo pretendía conseguir la paz y ellos querían la independencia... así que decidimos deconstruirlo todo... y este es el resultado”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo con Vd. Yo mismo soy un ejemplo. Cuando me miro desde fuera, parezco un collage. Cuando me miro desde dentro, trozos pegados.

Anónimo dijo...

Sr.Bienmejode:

Sus ocurrencias me dejan estumefacto.

BolaExtra.

Anónimo dijo...

Lo malo de la fusión son los desechos nucleares, ¿no?

Anónimo dijo...

Nuclear OI!
Solar... mañana.

Roncha Delasco.