2007-05-31

El ataque de las Jennis


Tope velocidad subterránea. Brillos de aleaciones y plásticos coloridos. Un futuro muy cercano está aquí, con nosotros. Al fondo veo un grupo de peligrosas Jennis. Ellas no me han visto, por fortuna. Hablan alta y descaradamente.

Observo distraídamente desde una distancia prudencial, agazapándome entre otros, avanzando al ritmo quedo de la máquina. Breves balanceos. Me acerco, con prudencia, a las Jennis que ahora ríen sin pudor. El mundo es suyo. ¡Ojo! Pudiera haber algún macho alfa cerca. Son peligrosos cuando van en grupo, pero mucho más si van de escoltas de las Jennis. Miro a mi alrededor. No veo ninguna cresta ni ninguna coletilla que delate la presencia de algún Cristian. Un momento. Espera. Hacia el final dos gorras con grandes letras reflectantes avanzan, chaquetas deportivas blancas con palabras corporativas. ¿Me habrán detectado?

Estoy cerca de las Jennis, casi podría tocarlas si estirase mi brazo. Aún tengo tiempo. Camuflado en un rincón, a salvo de sus atrofiados sentidos, observo con disimulado interés. Llevan pantalones de chándal, muy bajos, casi se puede ver lo que no ocultan. A ellas parece no importarles. Sus escotes dejaron de serlo hace ya tiempo, son ventanas abiertas a una sexualidad hipertrofiada, compulsiva, muy de la época. Rabillos en los ojos, algunas mechas de rubio irisado. Sus pendientes y pirsins son dorados, a juego con todo lo demás. Una de las Jennis, probablemente la hembra dominante, anuncia alguna nueva aventura o algo parecido. Me cuesta entender su lenguaje. Me queda poco tiempo. Y ellos están más cerca. Ahora son tres. Jennis y Cristians cruzan sus miradas entre la fauna apretujada y colorida. Es hora de escapar. La situación podría ponerse peligrosa. Se comunican. ¡¡Urg, urg!!

Veo una salida. Maldición, unos seres pequeños y cabezones me impiden el paso. Llevan instrumentos musicales y un carrito con unos enormes altavoces... no sé qué dicen de la Pampa, pero comienza un terrible estruendo. A mi lado un espécimen alto y desgarbado intenta leer un libro. Parece conseguirlo. Las Jennis han elevado el tono y comienzan a contonearse. Balanceos. La pequeña banda de Cristians alardea de su fuerza y disponibilidad. Uno de ellos realiza un par de flexiones en una barra preparada para la ocasión.


¿Debería sacar ahora la pistola?

5 comentarios:

Sushi dijo...

me se ponen los pelos de gallina

Anónimo dijo...

Ahora y siempre. Nunca te arrepentirás de sacar la pistola. Desde los tiempos de campamento en los que coreabas "Aquí mi fusil, aquí mi pistola" acompañando la melodía con gestos obscenos, la 'fusca' ha sido tu fiel amiga, siempre cómplice.

Recuerda, si no, la última vez que fuiste a McDonald's. La puta hamburguesa tardó una eternidad en llega y cuando por fin lo hizo, parecía la puta hermana pequeña de la hamburguesa de la foto.

Te acercaste al dependiente asexuado, le miraste desde debajo de tu gorra y le espetaste:
- Ésta no es la puta hamburguesa que YOOO había pedido.
- Perdón, señor, déjeme que lo compruebe... Sí, aquí está el comprobante: Vd. pidió una [puta] Chisburguer de Lux y le hemos servido una. ¿Dónde está el problema?
- En que yo había pedido esa puta Chisburguer de Lux -y acompañaste tus palabras con un gesto de tu mano que señalaba la hamburguesa de la foto.
- No podemos hacer nada, señor. Son normas de la empresa. Nosotros no hacemos las reglas. Si quiere, puedo sacarle la hoja de reclamaciones.
- Si quiere, saco la pistola -respondiste con tono amenazador.
- No hará falta, señor. Ya sé lo que Vd. quiere.

Y te marchaste tan contento del local, con el cartel bajo el brazo.

Anónimo dijo...

¿Estás realizando una deriva hacía el ciberpunk o algo así?

Anónimo dijo...

Sí, sin ninguna duda. ¿Para qué carajo preguntas? Claro que debes sacar la pistola ahora. Y si lo haces, ya conoces las normas. ¿No querrás quedar como un Torrente mostrando el arma como si fuera una placa? Si desenfundas, tendrás que utilizarla.

Así que no lo pienses más. Saca la pistola y pégate un tiro ya.

Anónimo dijo...

Adoro a las jennis, y me seducen los Cristian. Máxima expresión de la ciudadanía.