Cuestiones varias.

A la vuelta de los lugares de vacaciones, de los que se fueron, claro, nos encontramos como siempre con la compleja y pasmosa realidad.

Hoy el periódico LaRazón publica un acertado artículo de D. Gabriel Albiac titulado “Agenda para el Apocalipsis”. En él el autor nos señala y advierte de la posibilidad de que Irán disponga de armamento nuclear en el breve plazo de dos años. Una vez conseguido el armamento se cumplirían las amenazas del presidente iraní de borrar a Israel del mapa. Los judíos vaporizados en un flus. El sueño de todo buena naci y antisemita (eufemísticamente, antisionista) de izquierdas o progre en general. La pega al sueño holocaústisco es que los judíos no permitirán que esa posibilidad ocurra, como no lo harán con toda probabilidad los EE.UU. Hay más dudas en cuanto a lo que hará la vieja Europa respecto a la desaparición de lo que sin duda es la punta de lanza de la “civilización occidental” y la única “democracia homologada” de la zona.

La única posibilidad de evitar una guerra nuclear es sencillamente la guerra preventiva, “cuyos riesgos – no sería decente ocultarlo – son muy altos. Los de la no intervención lo son aún más”, nos señala el profesor. La guerra parece allí inevitable y no estaría mal ir pensando en cuestiones en torno a esta posibilidad, en torno a la retirada de tropas británicas del sur Irakí o en la extensión del hipotético conflicto a otras regiones como Siria, el Líbano, etcétera. Sin duda ese escenario nos afectará y sólo cabe preguntarnos si en el gobierno de España estarán los partidarios de la absurda (filosófica, histórica y políticamente) “Alianza de Civilizaciones” o aquellos con la aparente vocación de defensa de los valores atlantistas y occidentales.

Más prosaicas han sido las declaraciones de hace unos días de la orinable SGAE. La liberticida sociedad pretende ir contra aquellos que de forma privada realizan descargas a través de las redes p2p y de la red en general. Para ello se propone que el gobierno de turno conceda a la SGAE o a quien fuere la posibilidad de investigar los contenidos de los ordenadores de los particulares y sus carpetas de intercambio, actuando contra aquellos que tengan más de 10 archivos en dichas carpetas. Todo ello, claro, sin mandato judicial alguno, y en beneficio de la Cultura y sus derechos como creadores, artistas o lo que fueresen.

Hoy mismo yo tengo en mi carpeta “incoming”, lo confieso, más de diez archivos: Unas cuantas conferencias que grabé en su día en la facultad, y que ahí cuelgan para el que las quiera descargar; algunas otras conferencias que me he descargado de otros, y que dejo por si pudiesen interesar; algo así como cinco películas, ninguna española; la serie completa, que consta de 23 archivos-episodios, de la serie héroes; aparte de algunos programas de edición, e incluso un texto de gramática alemana que nunca he abierto y que ahí está muerto de risa. La putaSGAE, no contentos con lo del canon que pagamos por nuestras copias privadas, pretende ahora pasar resueltamente al ataque más acojonante, entrando en nuestras casas y actuando como los chekistas que siempre han querido ser.

Esperemos que este gobierno o los que vengan no cedan al chantaje de los “artistas” y si lo hacen al menos que nos dejen en paz con sus rollos sobre la defensa de nuestra cultura y otras estupideces pedantes, cursis y además erróneas.