2007-09-11


Desde que vimos “Planet Terror” de Robert Rodríguez sostenemos un debate sobre la película y en general sobre el proyecto de homenajear las películas estadounidenses setenteras de bajo presupuesto y grandes contenidos de violencia, sexo y acción. Llegaban a España esos productos, claro, aunque nuestra forma de presentarlos era diferente a la useña. El proyecto “GrindHouse” tiene sentido en cuanto que se presentan las dos películas (“Planet Terror” y “Death Prof”) en una sesión doble, con su anuncio ficticio de “Machete” entre medias y sus cortes a modo del “visite nuestro bar”. El debate ha tenido como cuestión principal la virtud de homenajear un tipo de cine que era técnica y artísticamente muy pobre (las llamadas serie B y Z), con una proyección habitualmente nefasta, con rollos perdidos, película quemada, deterioros graves de las cintas, etcétera. La cuestión además atendía al propio homenaje en concreto de estos dos directores que incluía todos esos fallos técnicos, reproduciendo las incongruencias del guión, los fallos técnicos de reproducción, etcétera, como para sumergirnos en la atmósfera que se respiraba en aquellos cines. Echamos de menos en ese sentido un nutrido grupo de adolescentes dándose el lote en la proyección de la peli de Rodríguez, no tanto en la de Tarantino, sin duda con mayor altura de miras.

La propuesta de R.R no pasa de ser la reproducción de un producto ínfimo que, a pesar de resultar cachonda y divertida, no deja de ser la basura de cine que pretende. Sin embargo, y puede que sea esta la cuestión, ¿qué podemos pensar de un sucedáneo de la basura? Es curioso que el homenaje de Rodríguez abunde precisamente en lo peor del género, regodeándose en él. Parece que lo que busca es señalarnos todo lo malo malísimo que había en aquellas películas y que al parecer tanto nos gustaba, como si su encanto estuviera precisamente allí. Y puede que no le falte razón. Pero cabría preguntarse entonces por un gusto estético que admira precisamente lo más sucio y defectuoso del cine, capaz de ponerlo en valor y de reproducirlo como si fuera la obra de un visionario. Ocioso sería comenzar a desgranar los “a propósitos” que contiene la película de R.R., que en algún momento dejaron de divertir al espectador para convertirse en lo que eran: basura cinematográfica, a pesar de ser fingida.


La película de Tanrantino es, creemos, de mayor calidad. Nos parece que se debe a que es fiel a su director sin dejar de ser la gamberrada que pretende, incluyendo los habituales diálogos, tan larguísimos e intrascendentes como siempre e igual de hipnóticos; además de las secuencias en blanco y negro o la siempre original estructura narrativa del mismo genio retorcido de “Pulp Fiction”. A propósito de esto último, “Death Proof” se divide en dos partes claramente diferenciadas mediante la introducción de otro largo diálogo, el del Sheriff, que puede resultar incluso lo mejor de la película, con esa incursión en la mente del asesino construida por la cínica ironía del más atractivo personaje del filme, a pesar de las bellezas cotidianas de la cinta. Hemos de señalar que el que Tarantino siga siendo el mejor Tarantino, algo perdido, puede, en Kill Bill (vols. 1 y 2), no quiere decir que Rodríguez no lo sea (signifique esto lo que signifique en un director que lo mismo te hace “Sincity” que “Spy Kids” y sus secuelas). Lo que queremos decir es que Tarantino ha creado escuela y Rodríguez no, gracias a Dios. Se agradece, por tanto, que Quentin Tarantino dé lo mejor de sí mismo en esta película, incluso siendo un homenaje a películas basura, pues el hecho es que su película resulta entretenida y divertida sin estar exenta de calidad. Y ello sin ser otra obra maestra como lo es “Pulp Fiction”.

5 comentarios:

Pinchete dijo...

todosconalas ha conseguido ya (vía miqueridamula)"Punto límite cero", la película mítica de la que hablan constantemente en "Death proof" (sobre todo es su segunda parte). Que veremos esta noche o en poco tiempo. Por cierto, el guión es de Cabrera Infante.

Anónimo dijo...

Yo también creo.

Anónimo dijo...

Pero el atractivo de la serie B, �no est� en la nostalgia? O, desde un punto de vista est�tico, �no se relaciona con el gusto (acaso homoer�tico) por lo kitsch?

WIKIP: "La palabra 'kitsch' se origina en el t�rmino yiddish 'etwas verkitschen'. Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente. Tambi�n se utiliza el t�rmino 'kitsch' en un sentido m�s libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de mal gusto.

Anónimo dijo...

Desde luego, como nuestro entrañable anónimo señala, la cosa está en la nostalgia. En este caso es nostalgia de un cine-basura, pero nostalgia al fin y al cabo. La nostalgia es una de las claves de la postmodernidad (según dicen), al igual que la historia-ficción o la memoria-histórica. Revitalización de un pasado recordado o imaginado y anhelado al tiempo.

Y desde luego en el caso del gusto por el kitsch estamos en lo de siempre. Kitsch remite a lo falso, a lo artificioso, a la busqueda del efecto y por tanto al mal gusto.

Desde luego ambas pelis son, sin duda, kitsch. Pero con la de tarantino sucede algo que no pasa con la de RR (que en realidad no deja de ser una parodia). Puede que el homenaje sea mejor que original o al menos no carece de originalidad o cierta firma.

Sí, vivimos un MONDOGOMI.

Con todo... en la de RR la de las manos rotas me parece divertidísima.

Anónimo dijo...

Ayer vi "punto límite cero" y me pareció curiosa y entretenida... ese Guillermo Cain... ¡¡qué imaginación!!