2007-09-25

Soldados del Amor


Una de las constantes preguntas que se hacían los pacifistas y compañía durante la guerra del Vietnam era más o menos esta: ¿qué hacen nuestros chicos a miles de kilómetros de nuestro país en una guerra que no les importa contra un enemigo que nada ha hecho a los USA? La respuesta a tan retórica pregunta era la llamada Teoría del Dominó. Si un país caía en manos de los comunistas los cercanos a él también acabarían cayendo y así uno tras otro como si de piezas de dominó se tratase.

Aunque esa pregunta ya no resuena en nuestros oídos alimentada por los gritos de los manifestantes contra la guerra, ahora convenientemente muditos según los intereses del partido socialista en el poder, no deja de resultar recurrente toda vez que alguno de nuestros soldados cae muerto en algún país lejano. Se dice que están allí en misiones humanitarias, aunque vayan armados hasta los dientes y utilicen tácticas de guerra para preservar sus vidas y mantener el orden impuesto con, en la mayoría de los casos, la violencia de una guerra previa. Ayer Moratinos expresaba el deseo del gobierno de aumentar el número de miembros de ONG´s y cooperantes internacionales varios en aquellos lugares, insinuando de paso dos cosas. Por un lado que nuestros soldados, aunque armados, actúan poco más o menos como una ONG o al menos persiguen idénticos objetivos. Por otro lado, que el espíritu del PSOE es de corte pacifista y que son otros los que quieren las guerras. El PSOE no lleva a nuestros militares a ninguna guerra, sino que los lleva a zonas que pudieran estar conflicto, sí, pero en misión de paz, sin tener por tanto enemigos a la vista. Unas horas después de estas declaraciones el Ministro de la Guerra (de Defensa en la actualidad) Alonso señalaba la necesidad de enviar un pequeño contingente de refuerzo militar a nuestras tropas destacadas en Afganistán (unos 52 soldados).

Es curioso ver como se produce, sin prisa pero sin pausa, una orwellinización en la política española de suerte que los soldados ya no van a la guerra sino a la paz. En el caso de Afganistán la orwellinización es más aparatosa porque es allí donde se comenzó a librar la guerra contra el terrorismo tras los atentados del 11-S. Fue de allí de donde se expulsó al parecer a Ben Laden, en la batalla de Tora Bora, en lo que fue el episodio probablemente más dramático de toda la guerra de Afganistán. La guerra sin duda continúa, incluso tras la toma del poder por los aliados prooccidentales, con zonas controladas por los talibanes, que al parecer aumentan en número y en capacidad operativa, bombardeos selectivos de posiciones insurgentes, emboscadas a las fuerzas aliadas, razias por parte de ambos bandos contendientes o golpes de comando, como el que liberó hace un par de días a los soldados italianos secuestrados. Se ningunea el hecho de que los soldados se defienden, atacan y, en ocasiones, mueren. Se recubre el hecho con un velo de solidaridad internacional, de humanitarismo y hasta de pacifismo. Se niega la cada vez más abundante salida de los miembros de las ONG´s, ya casi inexistentes, a los que cada vez resulta más difícil garantizar la seguridad y que además pueden resultar perjudiciales si son secuestrados y utilizados como rehenes en el chantaje entre insurgentes y gobiernos proclives al llamado electoralismo, cediendo en retirar las tropas.

Sin embargo, la pregunta ¿qué hacen nuestras tropas en un país a miles de kilómetros de España en una guerra que no nos pertenece?, sigue quedando en el aire. Hoy PedroJ decía en la COPE que nuestras tropas están allí en defensa de los compromisos que mantenemos con nuestros aliados en favor de la extensión y defensa de la Democracia, cuyo principal valedor es EEUU. Una respuesta que, aún manteniéndose en la metafísica similar a de la defensa de la Paz, se aproxima mucho más a la realidad. Defensa de los sistemas democráticos realmente existentes y de sus intereses, del mercado libre, de la democracia procedimental, de las materias primas a explotar, etc. Defensa de la paz, sí, de aquella que surge por imposición de un estado de cosas tras el conflicto bélico, que ha de ser mantenida mediante la violencia y la fuerza de las armas, pero también mediante colaboradores necesarios en la extensión de las políticas afines a nuestros intereses, como las ONG´s y los cooperantes internacionales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

puta sgae
puta sgae
ladrones!!!

Anónimo dijo...

perdón, ese comentario era para el artículo de arriba

Pinchete dijo...

Dejamos un enlace interesante sobre las enrevesadas cuestiones de la guerra en Afganistán. En él se aclaran cuestiones de derecho internacional y de estrategia diplomática y bélica sobre el asunto.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_39563.html